FAMILIA SOMOS TODOS

El domingo 27 de diciembre de 2009 se reunieron en Madrid los grupos cristianos junto a la Iglesia en la plaza de España, en Madrid. El objetivo de esta reunión sin duda muy numerosa no era otra que manifestar su preocupación por el futuro de la familia, la tradicional.
Para este sector de nuestra sociedad, la mentalidad progresista que mueve nuestro país está marcada por un aire destructor de la familia, parece ser que los nuevos retos sociales, que sin duda se nos plantean a tod@s, con respecto al nuevo modelo de familia es culpa de los no cristian@s.
Me cuesta entender que todas estas personas crean que quienes no somos católicos practicantes no queramos formar una familia pues personalmente me considero una persona familiar pero no asisto a misa. ¿Cuál es la razón de dicha mentalidad?
La razón de la mentalidad tradicional acerca de la familia es: un padre trabajador que llega a casa cansado y enseña a sus hijos el valor del trabajo, la voluntad, seriedad y lealtad. A su lado, como siempre, su esposa esperando después de haber limpiado la casa, cuidado a los niños, y haber hecho las compras; y siempre dispuesta a mostrar los valores de sacrificio, paciencia y amor a la familia sobre todas las cosas. El problema de este modelo son varios: la nueva sociedad creada desde la modernidad y la era industrial, hace difícil mantener una familia en la que sólo trabaja el padre y donde tener 3 hijos es más caro que antaño tener diez. Si a éso le sumamos el precio de la vivienda, el nivel de consumo o la educación, por desgracia, sólo unos pocos pueden continuar con esta familia tradicional. El segundo de los problemas es la aparición del divorcio y la consiguiente familia monoparental; en España apareció en 1981 la Ley del Divorcio, una ley que liberó a millones de parejas que por desgracia no eran felices en su matrimonio. Pero claro, entonces aparecieron las familias donde el padre con/sin los hijos vivían solos y la madre con los hijos en otro, y si se unían a personas que a su vez habían estado casadas y con hijos, se convertían en un no sé qué sin valores ni principios.
Otra circunstancia que surgió como un problema para la tradicional familia fue la libertad sexual, con la aparición de numerosas personas que dignamente publicaron su homosexualidad y que tras muchos siglos y décadas de represión (que aún se mantiene en muchos países del mundo) consiguieron una ley en 2005 que legalizó su unión, la Ley de Matrimonio Homosexual.
Contrarios a ello oímos las críticas acerca de la palabra que lo define: matrimonio. ¿Por qué no es lo mismo que el matrimonio sea formado por hombre y mujer que por dos personas del mismo sexo? ¿En qué se diferencia, y si es diferente, tendríamos que inventar otras palabras sinónimas de relación sentimental, pareja o cónyuges?
No lo sé, a mi entender además de discriminatorio tiene falta de visión histórica pues no debemos obcercarnos con el tema sin tener esta perspectiva. El motivo de que historicamente la palabra matrimonio solamente definiese a la unión hombre y mujer no es otro que el contexto. Es evidente que hasta hace bien poco la unión entre personas del mismo sexo era impensable así pues, cómo iban a dejar abierta una definición que no planteaba duda alguna al respecto.
Otra característica de nuestra era y que afecta al modelo familiar es la libertad individual, la cual, por más que nos guste o no, no podemos prohibir.
En fin, que en una sociedad globalizada como la nuestra en la que una de las característica es la soledad del individuo, ¿quién es nadie para discriminar el modus viviendi de nadie que no hace daño sino el bien a las personas que le rodean? Ahora, creo que debemos decir: Vivan las familias.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿QUIÉNES SON LOS TALIBANES?

EL DÍA QUE A LA JUSTICIA SE LE PUEDA PONER LÍMITES.

AMÉLIE VS. MATCH POINT: CINE QUE HABLA DE LA VIDA