El día que se olvidó a Sudán

Sudán sufre desde hace mucho, en la década de los 90 se inició una guerra contra los no musulmanes del Sur, que provocó el desplazamiento de millones de personas sobre todo a Chad, a los campos de Darfur, algunas de las cuales se han organizado militarmente para combatir a ese gobierno genocida que actualmente preside Al Bassir, inculpado por el Tribunal de La Haya por crímenes de guerra. La última 'acción' de este personaje en este año 2009 ha sido desamparar a más de 2 millones de seres humanos débiles, malnutridos, enfermos y víctimas de la guerra, que dependían exclusivamente de las ayudas y asistencias de la ONU y de las ong Médicos sin Fronteras, Consejo Noruego de Refugiados y Care International, y que han quedado en peligro de muerte al expulsar a estas ong de la zona por donde pululan los refugiados y necesitados. En 2003, Bashir ya desterró a todos los habitantes de la zona de Darfur, usando para ello a paramilitares musulmanes, que se comportaban como auténticos mercenarios terroristas, sin piedad ni cuartel contra los habitantes de la tierra de los fur (dar-fur), que se vieron obligados a establecerse en Chad, en campamentos improvisados donde hoy reina la pobreza, el hambre, el caos y la muerte.
Tras la expulsión de estas agencias humanitarias, mas de dos millones de seres humanos corren gran peligro de morir de hambre, por enfermedades y en combates con los numerosos grupos armados paramilitares de la zona. Hagamos memoria. Desde el siglo XIII, Darfur fue un sultanato independiente, hasta su incorporación a Sudán en 1916, porque así lo decidió el colonialismo británico. La región se vió apartada de los planes de desarrollo del gobierno británico durante la época que duró la colonización, y este subdesarrollo respecto al resto del país ha perdurado tras la independencia. Este subdesarrollo educativo, social y tecnológico, unido a la sequía y a los conflictos por la tierra y sus recursos, ha sido el mejor caldo de cultivo para manipular y promover la codicia de gobiernos sin escrúpulos e inhumanos. Darfur significa “el hogar de los fur. El detonante del conflicto actual fue el ataque en abril de 2002 del pueblo de Shoba (capital histórica del sultanato Fur), que fue atacado e incendiado por los Yanyauid (''jinetes armados''), paramilitares musulmanes de Sudán, cuyo gobierno ha negado publicamente su apoyo, pero es notorio que les proporciona armas y asistencia.
En marzo de 2003, aparecieron dos grupos armados (el JEM y el Ejército de Liberación de Sudán (SLA)) para defender a las tribus negras (los Fur, los Messalit, y los Zaghawa) y combatir contra estos grupos paramilitares árabes. El SLA (Ejército de Liberación de Sudán), mató a más de 100 soldados sudaneses. Como respuesta, el gobierno sudanés expulsó a más de dos millones de personas de sus tierras. Por su parte, El Chad acusa a las milicias paramilitares árabes Yanyauid, de atacar pueblos de Chad. Denuncia que además, estos paramilitares han atacado a parte de los 200.000 refugiados que llegaron hasta el este del país escapando de la violencia de Darfur. Chad también acusa a Sudan de apoyar a pequeños grupos armados y desertores de su ejército, que han irrumpido en Chad desde Darfur y que son los responsables de matanzas, asaltos, secuestros y pillaje. El tercer país de la zona en conflicto, la República Centroafricana (RCA), denuncia el respaldo de Sudán a otros rebeldes que han llegado a secuestrar pueblos enteros en el norte de su país. Darfur necesita ayuda urgentemente o empezarán a morir cientos de miles de personas.
Pero detrás de Darfur, en Sudán, ¿qué es lo que hay?. ¿ Cómo es que no se ha evitado ya el genocidio de tantas criaturas, -hermanos nuestros-, después de tantos años de miseria, hambruna, guerra, enfermedad, abusos y asesinatos en masa ? ... Pues detrás están nada menos que los intereses comerciales de China, Francia, EEUU, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que quieren el petróleo de las tierras de los Fur -No se puede consentir que el petróleo sudanés valga más que millones de seres humanos. Parece que nadie hace nada por evitar tal desatino.

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